El problema de la red viaria en Ibiza

Carretera en Ibiza

El diagnóstico territorial previo a la revisión del PTI afirma que el desarrollo de una política de movilidad integrada es imprescindible. Los técnicos afirman que se debe reducir la flota de vehículos de alquiler debido a la saturación del sistema viario o la dificultad para aparcar, entre otros.

 

Red viaria en Ibiza: ¿qué problemas encontramos?

 

En la actualidad, Ibiza es uno de los destinos preferidos de los viajeros. Tiene playas y calas preciosas, hoteles que son un auténtico paraíso y muchos lugares para disfrutar durante unos días de vacaciones.

 

Claro que, para exprimir más el viaje, los viajeros tienden a alquilar un coche durante el tiempo que están por allí. De esta forma, no tienen que depender del transporte público o de servicios como taxi, sino que se mueven libremente para  conocer de manera más rápida y cómoda la isla.

 

Pero esto empieza a ser un problema importante para Ibiza en sí, porque el sistema viario empieza a estar muy saturado. Y este no es el único problema, los usuarios se encuentran con que no hay sitio para aparcar y con que los turistas desconocen las limitaciones o las facilidades de otros medios de transporte.

 

Debido al crecimiento de la población de la isla, el diagnóstico territorial previo a la revisión del Plan Territorial Insular (PTI) afirma que esto no puede seguir así. Que hay una excesiva dependencia del coche particular. Empieza a ser insostenible.

 

Si hablamos por cifras, tenemos que entre los años 2001 y 2017 se ha producido un gran incremento del uso de coches privados en Ibiza. No solo por parte de los turistas, sino de trabajadores de la zona, que ha pasado del 53 al 74%.

 

Mientras que, los turistas tampoco se salvan, que ya lo utilizan en un 49% y más que en otros puntos de Baleares. Los expertos creen que se debe a la publicidad, que se les hace demasiado bombo a alquilar los coches.

 

Durante fechas concretas, sobre todo en temporada alta, el despliegue de la flota de vehículos es tan grande que cuesta incluso conocer la cifra real de coches que llegan a la isla. En 2016 se estimaba que había unos 18.000 vehículos, lo que viene siendo un incremento del 54% durante los meses de temporada.

 

Si a esto le sumamos que el parque móvil de los residentes supera el índice de un coche por habitante, está claro que hay que tomar serias medidas.