La «tropicalización» de España y su relación con especies invasoras

El Ministerio para la Transición Ecológica tiene recogidas unas 200 especies invasoras que han llegado a España en los últimos años, como consecuencia del calentamiento global. Entre algunas de ellas, están el cangrejo azul, el siluro, la rana toro, el pez gato o el mejillón cebra, entre otros.

 

¿Cuál es el principal problema de que esto ocurra? Que estas especies terminan compitiendo con las autóctonas, que retroceden frente a las invasoras. En parte, como consecuencia de la crisis climática provocada por el calentamiento global.

 

Cada día llegan nuevas especies invasoras a España

 

El cambio climático lo está cambiando todo, también la fauna de nuestro país. COmo te decimos, debido a esta crisis por el calentamiento, se consigue un entorno más favorable para especies exóticas, que deciden venir a España.

 

Hablamos de especies exóticas de peces y crustáceos que con el paso del tiempo terminan colonizando los espacios naturales que no le corresponden. Pero lo peor, es que llegan introducidas de manera intencionada o artificial. Aunque después de un tiempo se terminan adaptando al entorno.

 

En el caso de las especies nativas, no pueden competir con ellas. Es un tipo de combate en el que sale perdiendo el autóctono. Debido a ello, son desplazadas y en el peor de los casos mueren o desaparecen. Lo cual es terrible.

 

Como te decimos, se estima que son ya unas 200 especies las que han llegado de manera artificial desde climas exóticas. Todo ello propiciado por las altas temperaturas derivadas del calentamiento. Lo que supone un grave impacto para la biodiversidad y las especies locales.

 

Estamos viendo y viviendo en primera persona como España se tropicaliza. El cambio climático está causando esta tropicalización de mares como es el caso del Mediterráneo.

 

En la actualidad, la temperatura del agua ya alcanza los 26-27 grados a partir de la 2ª quincena de junio y hasta finales de septiembre. Si nos remontamos 20 años atrás, esto pasaba entre el 1 y 30 de agosto, como bien informa Jorge Olcina, presidente de la Asociación Española de Geógrafos y climatólogo.

 

Esto confirma que se está produciendo una tropicalización de España, de nuestro país, todo ello en relación con especies invasoras.

 

¿Tiene arreglo? Por supuesto. Reduciendo la huella medioambiental de cada uno, contribuyendo a aportar nuestro granito de arena en la sociedad y conseguir un país y un mundo más limpio, para reducir las emisiones y frenar el cambio climático.

Cómo podrá ser una desescalada sostenible

Desescalada

Durante el confinamiento a causa del COVID-19, los niveles de contaminación han caído drásticamente al paralizar la actividad. Pero, ¿y si intentamos hacer un desescalada sostenible ahora que se está más concienciado?

Desescalada sostenible: ¿cómo se puede hacer?

Los ecologistas y las empresas han planteado algunas medidas para evitar que se vuelvan a disparar los niveles de contaminación vistos en las grandes ciudades en los últimos años.

No cabe duda de que la crisis sanitaria ha confirmado el impacto que genera el modo de vida de las personas en el país, hasta el punto de que los indicadores de dióxido de nitrógeno (NO2) descendieron en un 58 % de media en España. Una cifra altísima.

Claro que, si la contaminación ha bajado es por las limitaciones impuestas a los ciudadanos y a las empresas. Pero, ¿podrían adoptarse en la desescalada para bajar los niveles de contaminación?

Si se quiere evitar volver a los niveles de contaminaciones que teníamos antes de producirse la crisis del coronavirus, lo que hay que hacer es adoptar ciertas medidas ahora que se está a tiempo.

El hecho de acelerar las inversiones del Plan Integrado de Energía y Clima, fomentar el uso de transportes como la bicicleta o comprar en las tiendas físicas, son algunas de las acciones que pueden ayudarnos a bajar estos preocupantes niveles.

Y es que, aunque en época de desescalada la gente puede sentirse más segura yendo en su coche que en transporte público, hay alternativas como en el caso de las bicicletas o de los patinetes.

Al mismo tiempo, es importante apostar por el comercio local para que podamos ayudarnos entre nosotros mismos y no tener tanta dependencia de otros países.

También está la implantación del teletrabajo, un método mediante el cual se ahorrará en las emisiones. Porque los trabajadores ya no tendrán que desplazarse a su centro de trabajo en sus vehículos.

Por otro lado, es importante que los estímulos económicos para el crecimiento y la recuperación del empleo vayan en la línea de la sostenibilidad y de la acción climática. Todo ello para conseguir una economía con emisiones netas nulas en 2050.

Con este Plan Integrado de Energía y Clima y la aprobación de la Ley de Cambio Climático se tiene un punto de partida imprescindible para sentar unas buenas bases y recuperar la situación económica manteniendo al mínimo los niveles de contaminación.

Cuanto antes asumamos los retos ambientales, mejor nos irá en todos los aspectos.