Ibiza ha sido tradicionalmente destino turístico de fiesta, sol y playa.
Desde hace décadas, miles de personas han acudido a la isla buscando un lugar donde pasarlo en grande bailando, nadando o tomando el sol. ¡O las tres cosas distintas!
Sin embargo, verano no es la única fecha para visitar Ibiza.
El placer de visitar Ibiza en invierno
Si bien verano es la temporada alta y lo normal es visitar Ibiza en estas fechas, invierno tiene también muchísimo encanto.
Invierno es la época donde el turista deja paso al viajero. El gran consumo y las aglomeraciones dan paso a un ritmo más pausado, más reposado.
El invierno permite al viajero disfrutar de pleno de una isla que tiene mucho que ofrecer, con un encanto que cautiva. Perderse por las calles empedradas del casco antiguo de la capital, parar en la fortaleza de Dalt Vila, salir por los preciosos parajes naturales…
En definitiva, disfrutar al máximo del patrimonio y la naturaleza que tiene que ofrecer Ibiza.
Naturaleza, Patrimonio de la Humanidad y atardeceres
Como decimos, visitar Ibiza en invierno es una delicia para los sentidos.
Lo que no podemos olvidar es que la ciudad se considera Patrimonio de la Humanidad desde 1999, dato que muchos turistas veraniegos pasan por alto. Disfrutar del patrimonio histórico, los parajes y los sabores de la isla también forma parte de la experiencia de visitar Ibiza en invierno.
Claro está, no podemos olvidar los famosos atardeceres de los que se caracteriza la isla.
Ya sea en invierno o en verano, Ibiza tiene los que son, para nosotros y muchos otros, los mejores atardeceres del mundo.
Así que lo mejor para enamorarte de la isla, vengas en la fecha que vengas, será sentarte en una terraza con tu bebida favorita y disfrutar con amigos de la puesta de sol bajo el horizonte.