El plástico es uno de los grandes agentes causantes del cambio climático y la contaminación al Medio Ambiente. Tanto en la atmósfera como en la fauna y flora se notan sus efectos.
No hay más que pasear por el campo o la playa para encontrarnos con botellas, bolsas, cubiertos y un largo etcétera de cosas de plástico. Y ni mencionar las desgraciadamente famosas islas de plástico.
La guerra contra el plástico
El plástico es contaminante en todas sus fases
Desde que se produce, ya es un producto perjudicial para el Medio Ambiente y que amplía la emergencia climática.
Hay que tener en cuenta que todos los plásticos son producidos a través del petróleo y, mediante procesos químicos ya de por sí contaminantes, se obtiene. En el proceso, hay emisiones nocivas a la atmósfera.
Durante su (breve) vida útil, ya hay estudios que demuestran que el plástico contamina a los aliemntos que envuelven, por ejemplo.
Por último, al tirarlos, estos no suelen reciclarse, generando los conocidos como microplásticos. Al contrario de lo que se suele creer, el plástico no se degrada ni se lo «come» la tierra, sino que se va haciendo trozos cada vez más y más pequeños.
De hecho, un estudio de la Universidad de Viena afirma que el 90% de la sal de mesa tiene ya microplásticos. Y, evidentemente, comer este material es de todo menos sano.
Por este y otros motivos, debemos encaminar una lucha contra la producción, uso y emisiones de residuos de este tipo.
¿Qué hacen los gobiernos para detener el uso indiscriminado de plástico?
La Unión Europea está mostrando un interés por la transición ecológica y un mundo más verde.
Por su lado, el organismo europeo prohibirá para 2021 que se usen utensilios tan comunes como los vasos, bastoncillos y envases de plástico, como ya hizo en sus días con las bolsas. Por otro lado, según tienen pensado, el 90% de las botellas deberán ser devueltas al vendedor para su correcta retirada.
Se trata de una medida sin precedentes en el avance hacia un mundo más eco y con una actividad humana sostenible. Sin embargo, no es suficiente.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Por parte del usuario, la persona de a pie, tú y yo, también hay que echar una mano.
La sociedad de consumo se basa en el usar y tirar, una tendencia notablemente perjudicial. Y más cuando la población no para de crecer.
Por eso mismo, hay ciertas acciones que nos pueden ayudar a tener más concienciación con este respecto y ayudar a reducir, reciclar y reutilizar.
En Greenpeace comparten una serie de buenas prácticas, basadas en acciones cotidianas y hábitos fáciles de cambiar. Abajo te dejamos el link:
Cómo reducir el consumo de plásticos
Por nuestra parte, en Ibiza Sostenible apostamos por un mundo libre de plásticos de un solo uso o que no sean estrictamente necesarios. También, por su correcta retirada del medio y reciclado.
Hemos puesto en marcha diversas iniciativas, como el Ibiza Plogging, para ayudar en la recogida de estos residuos en la isla y concienciar.